Que eres un sol, así que brilla. Deslumbra.

Te quiero, siempre lo he hecho. Y me conozco lo suficiente como para saber que no dejaré de hacerlo.


Sigo echándote de menos. Sabía que sería así. Lo supe desde la primera vez que hablé contigo. Ha pasado mucho tiempo, y los dos hemos cambiado. Mucho. Somos personas totalmente diferentes a aquellos que un día empezaron a quererse. Han pasado mil cosas. Hemos cometido errores. Sobre todo yo. Y sé que es cierto que me he equivocado en varias ocasiones, sé que esquivar al destino hubiese sido la mejor solución en la mayoría de los casos, pero no lo hice. No tuve esa fuerza de voluntad. Nunca la he tenido. Pero lo que más me duele es haberte hecho daño a ti. Y me di cuenta de que no estaba actuando correctamente cuando hiciste ese pequeño gesto, ese comentario que hizo que volviera a sonreír de verdad, incluso sin saber que venía de ti. Siempre has estado animándome, escuchando mis problemas e intentando solucionarlos. Siempre has demostrado quererme, aunque no lo dijeses directamente. No he borrado ni uno de tus mensajes, ni uno sólo. Y cada vez que los leo, te echo de menos. Qué digo, te echo de menos siempre. Nunca sales de mi cabeza. Ni tú, ni tu sonrisa, ni nuestra canción. Ni tu forma de mirarme. 
Lo siento, sé que no hay forma de volver atrás, y no sé cómo será todo a partir de ahora. Pero quiero darte las gracias una vez más, por ser como eres y haberme hecho sonreír incluso cuando no lo merecía.

1 comentario:

Jime cicconi dijo...

Me Gusta tu blog si queres pasa por el mio
http://soialguien.blogspot.com.ar/

Besoss