Ser yo,
otra vez. Ser yo, sin duda alguna. Que ese puto miedo vuelva de vez en cuando,
me agota. No lo entiendo. ¿Por qué? Inseguridad.
Demasiada. Pero solo de vez en cuando. Esos momentos en los que te sientes
pequeño, porque miras a la gente, y ves que te miran y se ríen. Y piensas que
es por ti, pero no tiene por qué. Ojalá
todo fuese tan fácil como dejarse llevar y bailar. Mirar a tu
alrededor, y sonreír, porque no te importa nada, solo te importas tú. Tú, y tu
gente. Porque con esas pequeñas pero grandes personitas, son con las que
realmente puedes ser tú mismo, sin miedo a que te critiquen, o se rían de ti.
Esas personas a las que conoces por casualidad, pero que poco a poco pasan a
formar parte de ti incluso. Esas personas, que son en las primeras que piensas
cuando estás feliz, o cuando estás triste, porque sabes que siempre están ahí.
Esas personas a las que quieres más que a tu propia vida. Esas personas por las
que lo darías todo. Esas personas, que te quieren, te apoyan, y te dicen
verdades. Porque duele más una mentira bonita, que una verdad horrible. Tengo
tanto que agradecerles, a todos ellos, que no tengo siquiera palabras para
ello. Pero ellos lo saben, saben que lo son todo para mí, y que no sería nada
sin ellos. Les quiero, mucho.
1 comentario:
me gusta como escribis!
estuve viendo las entradas de abajo, y muy buena la verdad!
me siento identificada por lo que escribiste, porque me pasa :)
ya te sigo! unbeso,
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