Il est mon ami.

Friendship bracelets: the best recipe to get so happy.

Suena el despertador, a la misma hora de siempre. Tengo la sensación, de que hoy será un día extraño. Me he desperezado en menos de cinco minutos, eso ya es un milagro. 
¿Qué es en lo primero que piensas tú por las mañanas, nada más levantarte? Yo, hoy, pienso en mis amigos. En esas personas que están ahí, aunque tú no las veas. Esos que, estando lejos, no se olvidan ni un sólo segundo de que existes, y de lo mucho que te quieren; que, aunque muchas veces no sean capaces de levantarte, hacen todo lo posible para no dejarte caer. Te hacen reír en los momentos tristes, llorar de alegría incluso
¿Cómo saber cuándo son de verdad? Muy simple. Regalándote una simple foto de los dos, una pulsera de hilo, poniéndote en su estado de Tuenti, dedicándote una canción, llamándote por teléfono, dándote un abrazo porque sí, diciéndote que te quiere, contándote sus secretos, quedando algunos fines de semana; haciendo todas y cada una de estas - que pueden parecer simples - cosas, te llenan cada día, y te demuestran que, son de verdad. Porque, como bien dicen, los pequeños placeres de la vida, son los que nos hacen realmente felices, porque granito a granito, se hizo la montaña.
¿Que tenéis problemas? Todo lo que viene, va. Intenta arreglarlo. Si sois amigos de verdad, todo se solucionará. 
Pero, sobre todas las cosas, vive el presente. Sí, hazme caso. No te preocupes por el pasado, porque ya no puedes hacer nada para cambiarlo; no te vuelques en el futuro, porque perderás todo el tiempo del presente. Como digo siempre: sueña, ríe, salta, baila, persigue tus sueños, conoce a gente, viaja, estudia aquello que te guste, habla por los codos, lee, canta en la ducha, baila bajo la lluvia, sé feliz. Esa debe ser tu meta: VIVIR.

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