No quiero un siempre.

Empezamos sin saber cómo. Me gustaría que acabásemos en mi cama, contigo a mi lado, susurrándome al oído lo mucho que me quieres.


Y es una noche más. Un día más. Y otro, y otro. Qué difícil. Le echo tanto de menos... Nadie imagina cuánto. No sé cómo lo ha hecho, cómo se ha convertido en alguien tan, tan importante, pero lo ha hecho, y ya no hay marcha atrás. No le conocía, no en persona. Podría haber aguantado días, semanas. No sé si meses. Podría haber soportado no verle. Pero ahora no, no puedo. Le vi, y sentí que mi mundo cambiaba. Que las nubes se iban, de repente, y que salía el sol. O que llovía. O que nevaba. No sé muy bien lo que sentí. Era todo tan diferente.. Llevaba mucho tiempo sin sentirme así, quizá demasiado. Tanto, que fue como volver a enamorarme por primera vez. Sentí esas mariposas en el estómago; qué digo mariposas.. elefantes. Estaba tan, tan nerviosa.. ¿Sabes lo que es mirar a una persona y no poder dejar de hacerlo? Uf. Estupendo. Yo personalmente, pasaría horas, días, semanas, meses mirándole. Queriéndole. Abrazándole. Besándole. Durmiendo con él. Caminando por la calle cogidos de la mano. Sonriendo al verle. Dándole los buenos días cada mañana. Enviándole un mensaje tres segundos después de habernos despedido, para recordarle lo mucho que le quiero.

Pero me conformo con un nosotros.

1 comentario:

Fran Alonso dijo...

buen blog
te dejo el mio
http://livetoforget.blogspot.com/