La vida es menos puta si estás a mi lado.

Una bala perdida hecha a mi medida  



Que sea mío. No hay cosa que desee más, de veras. Mío, y sólo mío. Pasar el día con él diciéndole lo mucho que le quiero, y vivir el momento. Junto a él. El chico que más quiero, y probablemente, al que más he querido. No sé qué es eso que tiene, que no consigo sacarle de mi cabeza. Ni un solo instante. Cuando estoy feliz, le pienso. Y cuando tengo miedo de algo, también, porque me tranquiliza saber que está ahí, en algún lugar, y que, aunque solo sea una vez al día, piensa en mí. Y sí, es cierto que no está la cosa como para hacerse muchas ilusiones, pero yo no puedo evitarlo, soy así. Me gusta ilusionarme, aunque luego me estampe contra una pared. De los errores se aprende dicen, ¿no? Pues ya está. Quiero soñar. Soñar que estoy con él, y que nunca nadie nos va a separar. Como en los cuentos. Le quiero. Y, si por mí fuera, me subía al edificio más alto del mundo, y lo gritaría. Gritaría que es él, el chico que más quiero, y con el que quiero pasar el resto de los días. Lo haría, sin dudarlo un instante.

3 comentarios:

Yago Richelly dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
victoriaabelenn dijo...

Hermosoooo tu blog, te sigo, seguí así

Cristina Romero dijo...

Me encanta este texto y tu blog, por lo tanto te sigo :)
Me gustaría ponerme en contacto contigo, si te interesa sígueme y ya hablaremos, un besito ^^