Sentirte
pequeña. Tan pequeña que hasta tu casa se te queda grande. Sentirte pequeña por
el hecho de que alguien te quiso colocar en el peor sitio, para que incluso tú
misma te hicieses daño. Alguien que no merece ni ser persona por ello. Alguien
a quien esas personas que le rodean, esas que se hacen llamar amigos, le
permiten ser así, un asco. Pero, no te sientas pequeña, porque eres perfecta.
Todos somos perfectos para alguien. Pero sólo lo somos cuando conseguimos ser
nosotros mismos. Permítete todo tipo de lujos. Pero no lujos materiales, no.
Permítete sonreír, hablar, mirar con indiferencia, bailar, cantar. Permítete
ser tú misma, porque ese es el camino de la perfección. Aunque, no sé tú, pero
yo no quiero ser perfecta. Simplemente quiero ser yo, sin miedos, sin dudas. Y
tú, ¿qué prefieres? Elige, y lucha por ello. Elige
el camino que tú quieres seguir y no el que los demás te impongan.
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