Pensarte,
imaginarte. ¿Por qué? ¿Por qué cada segundo de mi vida deseo cerrar los ojos
para poder verte? Te imagino sentado en el banco de un parque que está en
silencio, vacío de gente; tú estás sólo, con las manos juntas, cruzadas, sobre
tus rodillas, y con la cabeza agachada. A pesar de todo eso, hay un sol
espléndido, y los pajaritos cantan; hay flores de muchos colores, pero no hay
nadie. Estás tú, sólo tú. Me doy cuenta de que yo te estoy mirando desde detrás
de un árbol. Estás bastante lejos de mí, pero aunque sea así, no dejo de
mirarte; no puedo parar de contemplar ese pelo rubio, esos ojos que dejan corto
al azul del mar; lo logro apartar la vista de ti ni un solo instante. Y pienso;
pienso mucho. Imagino una vida contigo. Qué locura, ¿no? ¿Y qué si lo es? Soñar
es gratis, ¿no? Sí, lo es. Pero, ¿sabes una cosa? Es muy, muy duro estar aquí,
con los ojos cerrados, imaginando que te observo tras un árbol; imaginando que
veo cómo alzas la vista un segundo y me descubres detrás de ese árbol,
mirándote, y te levantas de ese banco solitario; imaginando que llegas hasta
mí, y yo me quedo bloqueada, observándote; imaginando que sonríes, mientras me
miras a los ojos, y me dices "hola", un simple "hola", pero
que para mí es mucho; imaginando que, sin dejar de mirar mis ojos, te acercas,
muy lentamente a mí, hasta que estamos a un sólo centímetro el uno del otro;
imaginando que, así, de repente, me coges por la cintura miras mis labios y me
besas. Ahí es cuando se para el tiempo, los dos solos en el parque, besándonos.
Y, si no puedo verte en la realidad,
prefiero estar toda una vida con los ojos cerrados pudiendo verte, mirarte,
besarte, sentirte, abrazarte, a estar una eternidad con los ojos abiertos y sin
poder hacerlo. Porque, desde que te conocí, mi vida ha cobrado sentido, porque
ahora es tuya. Incluso, me atrevo a decir que vendería mi alma al diablo si
éste me concediese estar un sólo segundo contigo, y poder, aunque sea, verte.
Pero supongo que todo eso son imaginaciones, sueños.
Dicen que algunos de nuestros sueños se hacen realidad; así que, a partir de ahora, soñaré que este hermoso sueño se cumple y puedo estar contigo siempre.
Por ti, todo.
Dicen que algunos de nuestros sueños se hacen realidad; así que, a partir de ahora, soñaré que este hermoso sueño se cumple y puedo estar contigo siempre.
Por ti, todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario